Chequear los huevos
¿Cuántas veces has tenido un accidente aparentemente leve, o un resbalón en la acera y no le has dado demasiada importancia? Tal vez tu ego estaba más herido que lo que te dolían los síntomas externos. Lo que ocurrió en el interior podría ser una historia diferente.
Después de un trauma, las cosas pueden parecer bien en el exterior, pero no quiere decir que están bien en el interior. Por la misma razón abrimos la caja de huevos antes de comprarlos para comprobar que no hay daños ocultos. Lo mismo ocurre con la columna vertebral después de cualquier sacudida. Lo que puede parecer un pequeño abultamiento desde el exterior, en realidad podría crear SUBLUXACIONES en el interior, es decir, desalineación de las vértebras que interfieren con la función nerviosa.
Después de un traumatismo, no importa si grande o pequeño, lo más inteligente es chequear la columna para comprobar si hay SUBLUXACIONES. Si tu hijo se cae por las escaleras, llévalo al quiropráctico para un chequeo. Si tu pareja tuvo un pequeño accidente o te tropezaste con el perro en casa, acudid a un chequeo. La vida es suficiente larga como para tener que vivirla con subluxa15ciones.
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